Jules Lancelot llama al joven y sexy Max Riviera para pedirle un cigarrillo. Gran pretexto para que el idiota lo detenga, pero de hecho quiere que lo bombeen debajo de un puente. Max Riviera rechaza un plan directo al aire libre y ofrece ir a su casa. El resultado es una bocanada de culo y una buena sodomía a pelo.